jueves, 17 de septiembre de 2009

El paciente de espondiloartritis / Grupo espondilitis.eu

El paciente de espondiloartritis debe ser diagnosticado el primer año de la enfermedad. / Grupo espondilitis.eu
http://www.espondilitis.eu/

Síntomas específicos y comunes

En este grupo de enfermedades se integra la espondilitis anquilosante, la artritis reactiva, la artritis psoriásica, la artritis asociada a las enfermedades inflamatorias intestinales como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, y la espondiloartropatía indiferenciada. Cada una de ellas tiene síntomas específicos que las diferencian entre sí, pero también poseen características comunes, como es la inflamación de las articulaciones sacroilíacas y la columna vertebral, ocasionando dolor lumbar, que a veces se extiende y puede confundirse con una ciática.

La lumbalgia es un síntoma frecuente en la población general, pero la lumbalgia de las espondiloartropatías es un dolor diferente: “Aparece de forma precoz, habitualmente antes de los 45 años de edad, tiene una evolución crónica de más de tres meses y generalmente de varios años, es más frecuente durante el descanso nocturno y se acompaña de rigidez por las mañanas al levantarse. Este dolor mejora con el ejercicio y con la toma de antiinflamatorios no esteroideos”, señala el doctor Pedro Zarco, jefe de Unidad de Reumatología, de la Fundación Hospital Alcorcón de Madrid. Existen, además, otra serie de síntomas menos frecuentes pero que pueden ayudar al diagnostico como son: la inflamación ocular, la artritis en miembros inferiores o los antecedentes de psoriasis, diarreas o infecciones genitales.

Las lesiones se producen sobre todo en las entesis -anclaje en el hueso de los tendones, ligamentos y cápsulas articulares. Además, estas lesiones tienen tendencia a producir fibrosis, osificación y formación de hueso nuevo, provocando el fenómeno de anquilosis ósea (del griego ankylos, soldadura). Las técnicas modernas de imagen están permitiendo demostrar la importancia de la entesis en esta enfermedad.

Pueden aparecer otras manifestaciones no articulares, como la uveítis, un proceso que llegan a padecer entre el 25-40% de los pacientes, y que cursa con mucho dolor ocular, acompañado de enrojecimiento, apareciendo también visión borrosa. La fibrosis pulmonar afectaría fundamentalmente a los lóbulos superiores del pulmón. Se daría en fases avanzada de la enfermedad. También en estadios avanzados y enfermedad severa puede aparecer una insuficiencia aórtica, debido a la dilatación de la raíz aórtica.


Diagnosticar el primer año

El diagnóstico se establece con la historia clínica y la exploración realizada por un médico con experiencia en este tipo de patologías, además de una analítica general y un estudio radiológico simple, aunque en determinadas ocasiones pueden ser necesarias pruebas más complejas como estudio de líquido sinovial, ecografía de partes blandas, cultivos en medios especiales, Resonancia Magnética Nuclear, Tomografía Axial Computerizada, colonoscopia o densitometría. Además del diagnostico es necesario determinar el grado de actividad y la limitación funcional de la enfermedad, para establecer el tratamiento mas adecuado en cada caso.

Para diagnosticar a un paciente con espondiloartritis, hace 15 años era necesario esperar entre 5 y 10 años para observar la evolución de la enfermedad por radiografía. Actualmente se puede diagnosticar más precozmente, aunque en la mayoría de los casos no se hace antes de cinco años. Según el doctor Eduardo Collantes Estévez, jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario Reina Sofía, de Córdoba, “es imprescindible disponer de herramienta útiles capaces de detectar y clasificar a un paciente con espondiloartritis en el primer año de evolución de la enfermedad, debido a los beneficios que se obtienen con el tratamiento precoz”.

Más información, Puntea Aquí

Grupo espondilitis.eu
http://www.espondilitis.eu/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.